Cobre San Rafael presenta en Touro-O Pino el primer proyecto de producción de cobre sostenible gallego. Cumpliendo toda la normativa europea y española, junto a los exigentes requerimientos de la Xunta de Galicia, está llamado a convertirse en un referente en minería sostenible en Europa y en un hito para la industria gallega.
En esta línea, el proyecto de Cobre San Rafael para Touro-Opino ha sido declarado como Proyecto Industrial Estratégico (PIE) por la Xunta de Galicia, dado que cumple con creces los tres requisitos fijados por ley: volumen de inversión de 20 millones de euros (en el caso de Cobre San Rafel supera los 200 millones, 20 veces lo requerido); creación de empleo mínimo de 100 puestos de trabajo directos (cerca de 400 en el caso de Cobre San Rafael, 4 veces más de lo exigido); y complementar cadenas de valor que pertenezcan a sectores considerados estratégicos y estén alineados con los objetivos de la Unión Europea (el cobre está en el listado de minerales críticos y esenciales publicado por la UE).
Cabe recordar que, tal y como recoge la legislación de la Xunta de Galicia, la consideración de PIE no reduce la exigencia de la tramitación ni las garantías que tienen que aportar las empresas a la hora de realizar los trámites técnicos y administrativos, incluyendo la exposición pública del proyecto. La declaración de PIE de la propuesta de Cobre San Rafael no hace más que reafirmar que es una inversión estratégica para el ecosistema industrial gallego y significará una contribución importante de Galicia en la lucha contra el cambio climático, con la producción de un metal fundamental para las tecnologías que permiten la transición energética.
Por parte de la compañía, Alberto Lavandeira, CEO de Atalaya Mining, empresa que impulsa el proyecto de Cobre San Rafael, ha declarado que “es una gran noticia que la administración, después de estudiar el proyecto de forma profunda y rigurosa, haya determinado que cumple los requisitos legales para ser un Proyecto Industria Estratégico”. Del mismo modo, ha añadido que “este proyecto de producción sostenible de cobre gallego ha sido construido desde el escrupuloso cumplimiento legal, la excelencia tecnológica y la escucha al territorio y significará un impulso directo e indirecto a nivel industrial para la región y, en especial para una zona rural”.
Según los estudios independientes previos a poner en marcha el proyecto, se estima que el impacto directo que este tendrá en Galicia supere los 2.500 millones de euros, siendo los sectores de la fabricación de productos metálicos y el de la construcción los que más lo perciban. Del mismo modo, se calcula, del total del gasto, el 66% se produzca en proveedores gallegos y, concretamente, el 42% en los que están situados en los municipios del área de Touro-O Pino.
Compromiso social y medioambiental
Desde que comenzara su andadura, la empresa ha trabajado constantemente para mejorar su proyecto aprovechando las mejores tecnologías actuales, el excelente bagaje de los técnicos gallegos e internacionales que han participado en su redacción, y todas las sensibilidades locales. El carácter altamente tecnológico es una de las fortalezas de un proyecto diseñado en base a la excelencia y las mejores técnicas disponibles, y que está llamado a satisfacer las demandas de los vecinos y de la ciudadanía en general.
Para articular esta propuesta modélica en términos de sostenibilidad, se han tenido en cuenta todas las alegaciones presentadas al anterior proyecto, los informes sectoriales, así como contando con la imprescindible participación ciudadana.
En este sentido, los responsables del proyecto han mantenido más de 300 reuniones, de las que casi la mitad han sido con asociaciones y organizaciones del entorno del Río Ulla y la Ría de Arousa. Además, Cobre San Rafael quiere agradecer el apoyo de la mayoría social de la zona de influencia del proyecto, fundamental para su calificación estratégica. Por ejemplo, cabe destacar que en el encuentro celebrado el pasado mes de diciembre para presentar el nuevo proyecto a los vecinos de Touro-O Pino (población conjunta aproximada de 8.000 personas) participaron 4.000 personas.
Cobre San Rafael ha demostrado además su compromiso con el territorio, contribuyendo con acciones concretas a la mejora ambiental y social de la comarca, por ejemplo, invirtiendo 3,4 millones de euros para canalizar y recuperar las aguas de la antigua mina, o poniendo en marcha el programa “TERRAS”, cuyo objetivo es añadir valor al entorno a través de programas de responsabilidad social dedicados al desarrollo económico, social y ambiental de la comarca. De hecho, a lo largo de la vida activa de la operación industrial, Cobre San Rafael tiene el compromiso de destinar 500.000 euros anuales para proyectos sociales, con una inversión total que alcanzaría los 7 millones de euros.