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Se ha dado comienzo el proyecto de seguimiento de la calidad ecológica de las aguas del Ulla y su estuario, que en parte desarrollará la Estación de Hidrobiología “Encoro de O Con” (Universidad de Santiago de Compostela) en colaboración con Cobre San Rafael y Parquistas de Carril. El objetivo evaluar la cantidad y calidad de los organismos vivos que habitan en el Río Ulla, un indicativo clave del buen estado de sus aguas. El estudio viene a sumarse a los ya realizados, y es de gran relevancia para la Ría de Arousa, que recibe las aguas del Ulla y es un recurso pesquero y ambiental de primer orden para Galicia. Esta nueva iniciativa de responsabilidad de la promotora de la reapertura de Touro para la producción de metales de alto valor, es parte del acuerdo de colaboración firmado con Parquistas de Carril OPP89. El objetivo es establecer un sistema de control medioambiental para profundizar en el conocimiento del estado del Río Ulla y su estuario, creando una red de seguimiento con la participación de expertos e investigadores de reconocido prestigio. Cobre San Rafael promueve el proyecto como parte del plan de sostenibilidad de la compañía, denominado TERRAS, que impulsa acciones que provoquen un impacto positivo en su entorno.

Los trabajos se están realizando a lo largo de este mes de julio por parte del personal de la Estación, quienes realizarán muestreos en cinco puntos del curso fluvial. Cuentan con la autorización previa de la Administración, y tienen como referencia las exigencias de la Directiva Marco Europea del Agua (DMA-Directiva 2000/60/CE); básicamente, consisten en la determinación del índice multimétrico específico del tipo de invertebrados bentónicos en ríos (índice METI), y el inventario de la población piscícola mediante pesca eléctrica sin muerte, según el protocolo de muestreo de fauna ictiológica en ríos ML-R-FI-2015 del MAGRAMA.

El objetivo de este convenio es garantizar la calidad de las aguas y la no afectación al río Ulla, y promover acciones que permitan mejorarla. Se trata, además, de un ejercicio de transparencia empresarial, que va a aportar datos contrastados sobre cualquier afección que pudiera detectarse sobre las aguas del Ulla, por parte de cualquiera de las actividades económicas o residenciales que se desarrollan en el entorno de su cauce.

Esta acción forma parte de un plan más ambicioso e integral, que incluye el amplio estudio realizado por científicos del CSIC (Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo), finalizado en diciembre de 2020, que investigó la cuenca fluvial del río Ulla y su estuario. El proyecto de investigación, denominado AMBARULLA, concluyó que la antigua mina de Touro no tiene ninguna afección sobre la calidad de las aguas del ZEC Ulla-Deza y de la Ría de Arousa. Otra de las acciones desarrolladas ha sido la ejecución de obras de limpieza y mejora ambiental del Río Portapego, en Touro. Asimismo, la compañía trabaja ya en la construcción de infraestructuras que van a suponer la restauración integral de las aguas de la antigua mina de Touro.